Una coneja que vive en Hobby Farm Heaveï sorprendió a todos en la granja cuando dio a luz a un número impresionante de crías. No es casualidad que los conejos sean los protagonistas de ese famoso dicho que subraya su tendencia a reproducirse con facilidad. Hay razones, además, para que estos simpáticos mamíferos hayan desarrollado la capacidad de generar descendencia ajena a muchas otras especies animales.
La conejita de la granja en cuestión dio a luz el máximo número de ejemplares que una coneja puede llevar en una sola gestación. De hecho, si te preguntas cuántos cachorros de conejo pueden nacer de una sola gestación, la respuesta es fácil de responder. El margen es muy amplio: una coneja puede parir un solo ejemplar, así como un número mucho mayor, hasta 18 crías.
Por tanto, el asombro de los trabajadores de esta finca de Milán está más que justificado. Lamentablemente, sin embargo, se pueden esperar complicaciones de este tipo. Y de hecho, para disgusto del cariñoso dueño y de todas las personas que siguieron el nacimiento de la valiente conejita, solo 10 de sus cachorros sobrevivieron .
Por otro lado, aunque 18 es un número esperado por las estadísticas, un embarazo tan complejo sigue siendo una excepción . De hecho, en la mayoría de los casos, el número de nuevos ejemplares ronda los 7. No es una camada muy diferente de la de otras especies, se podría pensar…
Claro, pero hay algo que te dejará sin palabras. Los conejos comienzan a reproducirse cuando tienen tan solo 8 meses y pueden continuar hasta los casi 4 años. Cuando dan a luz a una nueva camada, ¡esperan sólo dos semanas antes de pensar en la siguiente! Por eso un conejo puede tener hasta 84 crías a lo largo de su vida.
Y si te preguntas el por qué de esta sorprendente capacidad de reproducción, la respuesta está en la evolución. Los conejos siempre han representado presas para muchos animales, en todos los hábitats y épocas. Así, estos pequeños mamíferos han evolucionado para asegurar la supervivencia de su especie mediante una reproducción excesiva.
