El culpable del caos esta vez no fue Tchouaméni

Este Madrid es otro, no hay duda. El equipo blanco siempre nos había hecho borrar y cambiar las crónicas por sus remontadas, no por las del rival. El Celta y la desconexión del Madrid con la eliminatoria en el bolsillo obligaron esta vez. Ancelotti, que no es muy amigo de hacer cambios, lo vio tan hecho que con 2-0 quitó a los tres mejores: Mbappé, Brahim y Modric. Y se cayó el equipo por el mensaje de misión cumplida, no por la calidad de los futbolistas que entraron: Camavinga, Güler y Endrick. Con goles en el 83′ y el 91′, el Bernabéu y el Madrid entraron en pánico y en una prórroga totalmente inesperada. Mientras que Barça y Atlético se deshacen de sus rivales a manotazos, el Madrid sufre. Algo no termina de funcionar en el equipo blanco.  

La noche en el Bernabéu fue de las más raras que se recuerdan, una montaña rusa constante tras la manita del Barça en Arabia. Porque el duelo ante el Celta empezó con bronca a Tchouaméni, Ancelotti y Lucas, tuvo fases de reconciliación hasta con los árbitros tras obviar un penalti de libro en la jugada previa al 1-0 y acabó en infarto con una prórroga que en la primera parte pudo caer del lado del Celta… y que acabó en una goleada a base de golazos. 

Pero el 5-2 final no puede ocultar las carencias del Madrid, al que la temporada se le va a hacer larga de ser así. Pese a lo que diga el Bernabéu, el responsable de todo no es Tchouaméni… 

Otro golazo de Mbappé y van…

Pues van 15, una cifra considerable teniendo en cuenta que la temporada acaba en julio con el Mundial de Clubes y que Mbappé acaba de arrancar. Porque Kylian al fin es Kylian. Tras ser el mejor en el Clásico, el francés volvió a abrir el marcador con una jugada marca de la casa. Carrera, bicicleta y definición exquisita. Lo que se esperaba de él cuando fichó por el Madrid y que ya empieza a mostrar en cada encuentro. El segundo gol, de Vini, también lleva su sello con el inicio de la jugada. 

Ancelotti decidió mimarle y le quitó con el partido aparentemente resuelto. Y el equipo vaya si lo notó. Kylian, en el banquillo, no se lo podía creer. 

Asencio tenía al Bernabéu en el bolsillo y al final…

Las ganas que tenía la gente de pitar a Tchouaméni eran las mismas que tenían de aplaudir a Asencio. El Bernabéu también quiere cantera y cada acción del chico fue jaleada por la hinchada. La ventaja de Asencio respecto a Tchouaméni es evidente y es que es central, lo que le facilita mucho la labor defensiva. Luego quedó claro también que al canterano le faltan tablas y su penalti, totalmente evitable en el 91′, metió en un lío al equipo. Con la turra que le han dado con Asencio, qué pensaría Carletto…

Rakitic tiene razón: Modric renovación

Decía Rakitic a Alberto Rubio en entrevista con MARCA que Florentino debía renovar a Luka Modric un año más. Y echando un vistazo al rendimiento del croata cada vez que juega, no hay razón deportiva para no ampliarle el contrato. Es una delicia ver jugar a Modric, que mejora al equipo cada vez que está en el terreno de juego. ¿Que igual ya no está para jugar 50 partidos de titular? Vale, pero sigue siendo un futbolista vital en el Real Madrid. Ante el Celta fue el faro en el centro del campo y cuando se marchó… Otro que desde la banda y tras firmar un partidazo no dio crédito a la remontada del Celta. Menos mal para él que Endrick invitó a otra ronda. 

¿Quién ha vuelto al Bernabéu?

El Bernabéu estalló de júbilo cuando en el marcador 360 enfocaron a Marcelo, que acudió al estadio junto a su hijo. La leyenda del Madrid ha regresado a la capital tras su paso por Fluminense y acudió después de mucho tiempo a ver un partido de sus ex compañeros. Como ya sucedió con Kroos, su presencia en la grada fue uno de los atractivos del encuentro a nivel ambiental. Kroos, Marcelo… la grada empieza a llenarse de leyendas. 

El Bernabéu le cogió la matrícula, pero esta vez no fue culpa suya

Por si había dudas, el techo y la calefacción no han bajado el nivel de exigencia del Bernabéu, que hay cosas que no perdona y que se mostró implacable con Tchouaméni tras la manita del Barça. Tampoco se libraron Lucas y Ancelotti, pero el que se llevó la palma fue el francés, silbado desde las alineaciones hasta el final del encuentro. Instalada en la gloria a base de Copas de Europa, hacía tiempo que la afición no le cogía la matrícula a un jugador como ha hecho con Tchouaméni, que ante el Celta mostró personalidad y reaccionó como lo hacen los buenos futbolistas. No se escondió pese a la encerrona que le había preparado el Bernabéu y terminó firmando un partido notable. Quizás jugar en su posición le ayuda. La remontada del Celta no fue culpa suya.

A cañonazo limpio

El Madrid arregló el desaguisado que había montado en el tramo final del encuentro con dos misiles. El primero, de Endrick, que no se lo piensa jamás y chuta cada vez que recibe el balón. Y el segundo, de Valverde, que tiene una piedra en el pie. Dos cañonazos que permiten al Madrid estar en el sorteo del lunes y que cerraron una victoria sufrida… a base de golazos. 

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