El lamentable momento de un pequeño cachorro quedó plasmado en un vídeo que se está volviendo viral en las redes sociales. El cachorro lloraba ahogado cuando lo alimentaban porque llevaba varios días hambriento.
Nadie sabe con certeza por qué este perro está aquí solo, sin un hogar al que ir y sin nadie que lo cuide. El pequeño perro estaba perdido y no sabía a dónde ir; exploró las calles solo y poco a poco se agotó, cada vez tenía más hambre y estaba más cansado por no tener comida ni agua.
Afortunadamente, el pequeño cachorro se encontró con una persona que se encontraba cerca y le dio de comer una rebanada de pan, ya que estaba temblando y exhausto después de haber ayunado durante varios días. Cuando le dieron de comer, el cachorro no se la comió de inmediato, sino que mordió el pastel mientras lloraba.
Esta persona tomó la decisión de llevarse al perro a casa y cuidarlo después de observar la miserable situación en la que se encontraba. El dueño del perro lo trajo a casa y luego lo llevó al hospital para que lo revisaran y le hicieran algunas pruebas. El perro estaba cansado por un período prolongado de hambre y su cuerpo estaba cubierto de heridas y parásitos. Afortunadamente, los resultados de las pruebas no fueron demasiado malos y, con un poco de cuidado adicional, el perro se recuperará rápidamente.
El dueño, Gunnar, le pone al perro un nombre muy adorable. Gunnar recibe el alimento que necesita para recuperarse de su enfermedad mientras es alimentado de acuerdo con las recomendaciones del médico. Después de una larga y desafiante existencia, Gunnar tiene una nueva familia que lo mima y cuida.
Gunnar ahora puede correr, jugar y atrapar la pelota con su dueño y ya no tiene el aspecto de un perro enfermo y tembloroso como al principio. El afortunado encuentro permitió que la vida del pequeño perro tomara un nuevo rumbo, permitiéndole recibir cuidados, recibir más amor de su dueño y superar su miedo a las multitudes.
A muchas personas no les sorprendería ver el asombroso “cambio de imagen” del cachorro si volvieran a mirar la imagen anterior. Hace unos meses, Gunnar estaba bajo de peso; hoy, tiene un pelaje grueso y sedoso. Nadie habría reconocido que se trataba de un perro hambriento con múltiples heridas previas en todo el cuerpo si yo no hubiera dicho nada.
No esperaba que Gunnar pudiera comunicar sus emociones mientras recibía ayuda de otros. A pesar de que el perro tenía un aspecto menos atractivo que muchos otros caninos, el dueño decidió quedarse con el perro después de verlo realizar un movimiento modesto.